Una novela basada en hechos históricos. Una ficción atrapante. En El Madame Safó, la historia se sitúa en la década de 1930, una época en la que Rosario era conocida como “La Chicago Argentina”; debido a su próspera actividad portuaria y a su vida paralela al margen de la ley. Las autoras son dos hermanas rosarinas Buchi y Camila Baravalle. Guionistas de cine, que están transformando su trabajo en novelas con un fuerte tinte visual. Tanto el libro como todo lo que antecede es una historia atrapante y Doquier charló con las autoras para conocer más.
El camino de esta historia comenzó en la década de los noventa, pero también se trata de una cuestión familiar que inició mucho antes. “Todo empieza con nuestro abuelo paterno. Papá, cuando era chica me contaba que mi abuelo, vino de Guaymallén, Mendoza a estudiar medicina a Rosario. Él fue cirujano general en el Sanatorio Británico y más o menos en el 1927 tenía 18 años y para pagarse la pensión y gastos de la carrera tocaba el piano en los quilombos, en los prostíbulos de Pichincha”, comenzó a contarle a Doquier Buchi Baravalle.
Y detalló: “Tocaba el piano como un profesional porque nuestro abuelo era oído absoluto. Me quedó esa historia y todo el tema del Madame Safó y, de la Zwi Migdal, de la mafia. Es, en Rosario, muy conocido porque es típico de la ciudad, y era el prostíbulo que tenía más glamour”.
Es a partir de esta historia familiar que Buchi escribió un cuento de unas 25 páginas a sus 20 años. Unos años después, eso sería fundamental en el camino de las hermanas. “Queríamos contar historias. Y un amigo me sugirió estudiar guión de cine. Entonces, decidimos con Camila estudiar y escribir el guión en base a este cuento”.
El inicio del camino a publicar su primer novela
“Vivía afuera. Cuando volví a Rosario estudiamos guión de cine con un productor y el director Pablo Romano y ahí nos iniciamos en la carrera”, explicó Camila.
“Este guión lo hicimos traducir al inglés y lo presentamos en 2010 en el Festival de Cine de Beverly Hills y quedamos finalistas, con un galardón. Ahí pensamos que teníamos que seguir por este camino. Nos fuimos a estudiar a Los Ángeles y aprendimos a escribir guiones de cine en inglés también”.
Teniendo en cuenta que es muy difícil entrar a la industria cinematográfica, las hermanas reciben una nueva sugerencia, ya con siete guiones en carpeta. “Un amigo, argentino que vive en Los Ángeles, me dijo, Buchi, tenés que escribir la novela y si la novela prende, un productor te va a querer comprar los derechos. Me explicó que al menos el 70% de todo lo que uno ve de las películas, las series, vienen de cuentos, de novelas, y de artículos de revistas. Y que los guiones originales, como en nuestro caso, son los mínimos”, destacó Buchi.
La primera novela de las hermanas
Las hermanas comenzaron una nueva etapa. Desde hace algún tiempo viven en Uruguay, allí, tomaron clases con un profesor de literatura en Montevideo, quien también es escritor. Con un objetivo muy claro: novelar todos sus guiones.
“Empezamos por El Madame Safó, que fue nuestro primer guión cinematográfico, que es nuestra primera historia y ya estaba en español y es la base de todo. Es nuestro primer bebé y la historia más cercana porque es de nuestra ciudad. Estamos ligadas emocionalmente”, explicó Camila.
Por supuesto, la novela es otro idioma. “En el guión de cine vos contás las historias con imágenes, si bien usas palabras, vos tenés que tratar siempre de decir mucho con pocas palabras. En literatura, en novela, tenés otras herramientas literarias para evocar emociones, sentimientos. Por esto, nuestra forma de novelar es bastante visual. Porque estamos formadas de esa manera. Entonces, nuestra manera de escribir es de lectura rápida y bien visual”, describió Camila Baravalle.
El Madame Safó
“El contexto histórico es real, la historia es ficción. La fuimos creando, fue cambiando del cuento original que escribió Buchi, lo fuimos modificando e hicimos mucha investigación. Nos entrevistamos con historiadores, con Rafael Ielpi; leímos los libros de Héctor Zinni y obras de teatro de Pichincha”, comenzó a describir el proceso creativo Camila.
La historia de Pichincha, a nivel nacional, es muy conocida. Además, la trata de blancas y el grupo mafioso, La Zwi Migdal, también. En un tema sobre el que se puede encontrar información.
Además, Camila destacó: “Incluso fuimos a donde era Madame Safó, que es el motel El Ideal, investigamos mucho. Antes de escribir un libro uno se sumerge en ese mundo del cual luego va a salir la historia. Muchas veces, las ideas van surgiendo a medida que vas encontrando información de manera orgánica”.
Asimismo, las autoras rosarinas cuentan que se encerraron tres días en una cabaña para escribir. “Un guión de cine tiene entre 100 y 120 páginas y ya tiene todas las escenas que van hilando con los personajes, con los diálogos. Entonces, nosotras novelamos eso”, explicó a Doquier Buchi.
Sobre este proceso creativo Buchi recalcó: “Nuestra protagonista, María, es vendida al Madame Safó por su marido. Un malevo de poca monta, que la vende para pagar sus deudas y porque además creía que María tenía un amante, lo cual, no era así. Ella era maestra de música y enseñaba a escribir a gente que vivía en los conventillos. Hay una escena en la que ella se asoma, a través de la puerta de cedro que divide el zaguán del salón del burdel, está golpeada. En ese momento, ella ve a las chicas que caminan por el lugar, ve a los bacanes que toman champagne. Vos en un guión de cine, a través de lo que es la música y la expresión de la actriz, podés sentir su dolor o su desesperación. Sobre esa escena nuestro profesor nos dice, pero acá falta algo, y yo le digo, ¿qué falta? Y me pregunta, ¿qué piensa María? En ese momento entendimos que el lector sólo tiene nuestras palabras, que necesitamos un monólogo interior y que se pueda leer qué es lo que piensa María y siente en ese momento”.
Luego de perfeccionar ese libro que escribieron en esa cabaña en Uruguay llegó la publicación. Hoy las autoras sienten que “es el fin de un ciclo y el comienzo de otro”. “Somos escritoras, ya tenemos una novela editada, empieza otra historia”, coinciden.
El Madame Safó, la historia viva de Rosario
“Pienso que es parte de nuestra historia, es parte de la historia de los rosarinos. Está bueno que llegue a toda la gente y que sepamos lo que pasó en nuestra ciudad. Que fue la capital prostibularia del país y fue la primera en abolir la prostitución legal en 1933. Marcó un precedente, fue la primera ciudad que deportó a los mafiosos”, describió Camila ante la consulta de si cree que es importante para su ciudad poner en agenda esta parte de la historia.
“Recién en 1935, gracias a lo que pasó en Rosario, es que se deroga la prostitución legal en todo el país. Porque el tema de la prostitución, es que da lugar a la trata.Porque secuestran a chicas, las meten en el burdel y las tienen amenazadas y no pueden decir que están en contra de su voluntad”, acertó Buchi.
“Llegaban chicas polacas sin saber el idioma de 15 o 16 años, que las subían en un barco. Cuando uno se da cuenta de lo que atravesó la mujer, es espantoso”, destacó Camila. Y Buchi agregó: “¿Vos querés ser prostituta? Perfecto, cada uno define lo que hace. El tema es que vos no quieras hacerlo, y te secuestren y te obliguen”.
“La novela está dedicada a todas las mujeres del mundo. La mujer avanzó un montón, sanó un montón su sagrado femenino, todavía nos queda un montón por sanar, por parte del hombre también. Y esta es la historia de una mujer que luchó contra ese sistema, también aliada con un hombre y su sagrado masculino en perfecta armonía que la ayudó a conseguir esa meta de liberarse y de liberar. Y un poco el mensaje es ese, que cuando el hombre y la mujer están en armonía pueden lograr lo que se propongan”, finalizó Camila.
El Madame Safó ya está en venta en Amazon, Mercado Libre, y Yenny Ateneo.
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